Tras la invasión rusa de Ucrania, el gobierno español ha presentado una serie de medidas para reducir el consumo de energíalo cual es positivo; lo que no entiendo es por qué no se presta más atención a la utilización de un recurso por el que nuestro país es más conocido: el sol.
Lamentablemente, en España, cualquier persona interesada en instalar energía solar en su casa se enfrenta a una serie de normas y reglamentos muy confusos y a la falta de información. En general, las personas que instalan paneles solares lo hacen basándose en lo que les dice un instalador, que intentará superar cualquier reparo inicial con la esperanza de hacer una venta. Como resultado, el dimensionamiento de una instalación, el coste, las características de los equipos o las expectativas de ahorro o subvenciones rara vez se basan en las necesidades de la casa, y se exploran pocas alternativas.
En contraste con el mercado solar español, claramente subdesarrollado, los competidores de otros países están empezando a ofrecer soluciones basadas en economías de escala, ofreciendo niveles de costes mucho más asequibles a través de una presencia únicamente en línea y centrándose en las fases en las que realmente pueden añadir valor, lo que permite un desarrollo del mercado mucho más rápido.
Francia ha aprobado una ley que obliga a equipar todos los edificios nuevos con paneles solares, mientras que España va a la zaga, debido a años de desinformación e intimidación reguladora. Pocos saben aquí que la energía solar no sólo es la forma más barata de producir electricidad, sino que también produce rápidamente una sensación de abundancia: la instalación no es especialmente compleja, e inmediatamente empieza a producir una cantidad de energía que se refleja en facturas más bajas.
Tanto si hablamos de una casa unifamiliar con control total sobre su tejado, donde en los días soleados es posible la autosuficiencia energética totalo un pequeño apartamento que instala a pocos paneles en su balcón que pueden aportar inmediatamente hasta una cuarta parte de sus necesidades de electricidad, la cuestión es que apostar por la energía solar se traduce rápidamente en ahorro. Tecnología como acristalamiento solar para ventanas, aumentan aún más las posibilidades de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Es inconcebible que un país como España no tenga paneles solares instalados por todas partes y que, en cambio, el gobierno pida a la gente que no utilice el aire acondicionado o la calefacción.
La inversión necesaria para convertir un país enorme como Estados Unidos a la energía solar es de 1.000 millones de euros. se estima en unos 16.000 millones de dólaresmás baterías y alternativas de almacenamiento. En España, la inversión sería mucho menor. Pero más allá de planes grandiosos para países enteros y de la construcción de enormes parques solares que puedan combinarse con el uso agrícola, debemos comprender que instalar paneles solares en nuestros hogares supone un enorme ahorro de energía y debe fomentarse de todas las formas posibles, especialmente en un país con abundancia de sol.
¿Qué hará falta para que nuestros gobiernos comprendan el potencial de la energía solar?
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